Reflexiones sobre la anhedonia

5 Oct

El trastorno bipolar es insaciable. No importa qué hagas, no importa cuánto te lo curres, ni tampoco respeta a la medicación que tomas, siempre está a punto para golpearte de lleno con un martillo, contundente. La verdad algunos ya tenemos bastante suerte de estar experimentado una franca remisión. Si tu caso es el mío, el monstruo se ve forzado a dar unos pasos atrás. Para el resto, la gente que se encuentra en plena efervescencia de la enfermedad, no encontrarán compasión en su enemigo. Cada minuto del día de sus vidas solo hace que secuestrar su cerebro, de manera furtiva, haciendo de su existencia un sufrimiento perenne.

Y si, además de todo ello, descubres que también eres incapaz de disfrutar (anhedonia), ya nada te permitirá escapar de esa realidad. Cuando te encuentras en un estado verdaderamente anhedónico, poco importa que hagas y nada sirve realizar actividades que, teóricamente, son placenteras. Por mucho que lo intentes, no conseguirás disfrutar. Este un concepto dificilísimo de entender para el enfermo, y más difícil de enfrentar. Junto con el paciente, el entorno familiar y amigos, también se sienten muy impotentes.

Para algunos, la incapacidad total para disfrutar es real como la vida misma.

Inspirado en: Escaping Bipolar Disorder. (En inglés)

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